Lo vas hacer. A mi no me cabe la menor duda. Eso sí, milagros no existen. Bueno, a veces suena la flauta y la asignatura que menos te lo esperas aparece en la lista como aprobada. ¡Qué suerte!
Pero esto ocurre un par de veces en tu vida de estudiante. El que os diga lo contrario, os está engañando descaradamente. ¿La clave?. El esfuerzo, la constancia y un buen equilibrio de cuerpo y mente. Todo ello en su dosis adecuada = Éxito asegurado. ( y un poquito de suerte nunca viene mal...)
Es importante en esta época que comienza mantener una alimentación saludable, que estimule la capacidad de aprendizaje: no saltarse comidas, ni sustituir una comida por una "picoteo rápido".
En la dieta, sobre todo ahora, conviene mantener tres nutrientes principalmente:
- Vitamina C: Previene el cansancio, la encontramos en la naranja, Kiwi..
- Hierro: Si el hierro está por los suelos, estaremos nosotros por los suelos también, tendremos astenia.
- Calcio: Da fuerza y energía.
Hay numerosos estudios médico-nutricionales que favorecen el rendimiento cognitivo. Vamos a hacer una lista de los 10 alimentos que nos ayudan en esta tarea.
- Plátano: Ayuda a producir neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, además de ser una fuente de potasio imprescindible para la transmisión del impulso nervioso, vitamina C y vitamina B6.
- Huevos: Ayuda en la capacidad de atención y en la memoria a largo plazo, por su gran contenido en colina.
- Avena: Este cereal es sumamente conocido por sus beneficios para la piel, pero es potencialmente beneficioso para el sistema nervioso por su alto contenido en Tiamina.
- Naranja, Kiwi y Arándanos: Muy ricos en vitamina C, son frutas con altos niveles de sustancias antioxidantes.
- Pescado: Por su contenido en minerales, fósforo y omega-3 imprescindible en las sinapsis cerebrales, mejorando la concentración y el aprendizaje.
- Zanahorias: Muy ricas en carotenos, los cuales favorecen la memoria a largo y corto plazo.
- Miel: Muy rica en glucosa y fructosa, el alimento "preferido" de las neuronas.
- Agua: Necesitamos estar hidratados, si no es así nuestra mente irá a un ritmo más lento.
- Té y café. La cafeína ayuda a mejorar la memoria, aunque solo será beneficiosa si no se pasa de dos tazas al día, y siempre que la última sea ocho horas antes de dormir, ya que así no perjudicará la calidad de nuestro sueño. El té, además de la cafeína, contiene L-theanina, indicada para mejorar la memoria y la concentración
Especial atención al desayuno en época de exámenes. SIEMPRE hay que desayunar. Os aconsejo realizar un desayuno tranquilo, con leche y cacao/café o té, acompañándolo de un zumo de naranja o una fruta fresca y cereales.
Y antes del examen, una dosis de alegría para tus neuronas: una onza de chocolate, un bombón o esa gominola que alegra cuerpo y mente.
Hay un condicionante importantísimo en el estudio: el descanso. Lo aprendido se retiene mejor si se duerme justo después de hacerlo.
Un trabajo de la Universidad de California (EE.UU), señalaba que la memoria de lo aprendido era superior en los que habían dormido justo después de estudiar, respecto de los que habían estudiado tras un día de vigilia. Para estudiar más no es beneficioso sacrificar el descanso nocturno y, menos, hacerlo antes de un examen. Al contrario, suele ser contraproducente, ya que el rendimiento óptimo se logra cuando hay un equilibrio entre las horas dedicadas al estudio y dormir.
Al estudiar es generalizado pensar que la memoria es la clave del éxito, pero no hay que olvidar que en el éxito influye las estrategias de aprendizaje, la motivación y la atención que se ponga. Estos factores van a aumentar el rendimiento consiguiendo mejores resultados.
¡ÁNIMO, SUERTE Y A POR ELLOS: SON POCOS Y COBARDES!!
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