Las tres Gracias

Cuando Rubens pintó el cuadro titulado "Las tres Gracias", poco podía imaginar que sería utilizado en campañas promocionales anticelulíticas de clínicas de estética. Lo que seguramente Rubens tampoco sabía era que con la pintura que nos estaba ofreciendo, nos describía en una de las tres Gracias un cáncer de mama.

En este cartel publicitario de una clínica de estética privada se ha añadido al cuadro de Rubens las típicas curvas de nivel que pintan los cirujanos plásticos antes de realizar una liposucción. Este marcaje preoperatorio es imprescindible para realizar correctamente la cirugía. En el cartel publicitario leemos: "perfection has no limits" (la perfección no tiene límites)

Las tres Gracias representa la afabilidad, la simpatía y la delicadeza. Rubens quería mostrar la belleza y la sensualidad de la mujer, y para ello pintó mujeres reales utilizando modelos reales de la época; mujeres rollizas con curvas, grasa y celulitis. Sin embargo, en la actualidad se utiliza esta pintura para mostrar el modelo a combatir que curiosamente es el mismo que pintó Rubens. Hoy combatimos la grasa y la celulitis, lo mismo que antes nos gustaba. ¿Tanto han cambiado las mujeres? o ¿Tanto han cambiado los ideales de belleza?

La belleza femenina de la pintura de Rubens está resumida en este magnífico trío.

En este cuadro de Rubens observamos el canon de belleza que imperaba en el siglo XVII: las mujeres consideradas bellas eran aquellas que exhibían una generosidad en las formas femeninas como el pecho y las caderas, pero en un contexto de proporción y elegancia. Para los cánones actuales de belleza esto presenta una gran contradicción ya que lo que entonces era sinónimo de ser más saludable, demostrar una riqueza económica y una elevada posición social, actualmente tiene un significado opuesto.

La celulitis como alteración estética es debida a la dilatación de las células grasas (adipocitos) de la hipodermis. 

Somos conscientes de que los tiempos han cambiado y, aunque es verdad que las piernas lisas y tonificadas lucen hoy esplendorosas, es a veces angustiante y frustrante que una condición tan inherente a las mujeres, actualmente sea considerada antiestética, al punto de querer esconder aun el más mínimo hoyuelo que anuncie que sí, que en efecto, somos portadoras de lo que en el siglo XXI se ha convertido en una gran tragedia para algunas mujeres: la celulitis.

Detalle del cuadro de Las tres Gracias de Rubens.

Pero, así como en la actualidad cuidamos nuestro cuerpo para mantener las piernas y glúteos tonificados, ¿acaso las mujeres de la época de Rubens habrán hecho lo propio para presumir de esas sensuales protuberancias? Tal vez sí, pero llevar un estilo de vida sedentario no significaba en aquella época un gran esfuerzo. Hoy en día, vivir más años conlleva una gran responsabilidad. Reconozcamos que la temida piel de naranja o celulitis está también directamente vinculada con hábitos de salud inadecuados

www.un10enbelleza.com

En aquel entonces no había programas de educación para la salud , ni existían campañas de prevención de enfermedades, ni advertencias o recomendaciones sobre las consecuencias nefastas que sufren las mujeres por tener problemas circulatorios, llevar una vida sedentaria, no beber suficientes líquidos y fumar en exceso. Estos factores de riesgo para la salud no sólo aumentan significativamente la apariencia de la celulitis, sino que son el preámbulo a otro tipo de condiciones precarias de salud y augurarán una vejez dolorosa y tormentosa. Por tanto, dejemos de ver a la celulitis como un enemigo, imaginémosla como un buen consejero que nos advierte que debemos cambiar nuestros hábitos.

Demos la vuelta a la tortilla: si llevas un estilo de vida saludable, te sentirás pletórico, vivirás más años y con una mejor calidad de vida y, además, tendrás como recompensa un cuerpo envidiable. Porque, en el fondo, no debemos subestimar nuestra salud.

No podemos olvidar que en la figura de la derecha del cuadro, en su mama izquierda, aparece una tumoración mamelonada con exteriorización e inflamación alrededor. Hay retracción del pezón y de toda la mama hacia la axila izquierda. Este aspecto visual sugiere la presencia de un cáncer de mama. Está reflejado, en el cuadrante superior de la mama, su localización más frecuente. Probablemente Rubens pintó está imagen como una fotografía, tal y como lo estaba viendo en ese momento. Hay que puntualizar que esta parte del cuadro se conserva en perfecto estado y los restauradores no han influenciado con sus retoques en ningún cambio morfológico significativo de la axila o la mama de la modelo.

Tumoración mamelonada con inflamación y rubor alrededor. Retracción de pezón y axila.

El cáncer de mama es endémico en Holanda y se ha asociado a mujeres obesas, con una gran superficie corporal y con un tipo de dieta rica en grasas saturadas, habitual en la población holandesa. El cáncer de mama tendrá una entrada exclusiva para él, no puede ser menos.

Curar el cáncer de mama comienza por prevenirlo

Sin lugar a dudas, la belleza femenina de la pintura de Rubens está resumida en este magnífico trío. Si tenéis ocasión, no dejéis de visitar este cuadro en el Museo del Prado de Madrid.

¡Feliz comienzo de semana!

Fuentes:

1. www.museodelprado.es
2. www.larevistadecirugiaestetica.com
3. www.hospital-macarena.com
4. www.apuntes.santanderlasalle.es