Mochila escolar y dolor de espalda.

Ya ha comenzado el curso y nuestros niños y adolescentes se enfrentan a un nuevo año de retos y metas por cumplir. Pero sobre todo, se van a enfrentar día a día a un arsenal de libros, no livianos, que transportan en su mochilas. Esta carga mochilera preocupa a padres y profesores. El impacto de la mochila en la espalda de nuestros niños y adolescentes puede llegar a tener unas consecuencias importantes, sobretodo si no nos atenemos a las recomendaciones de los expertos.

Revisando documentación para preparar este post, he encontrado numerosos trabajos que han intentado relacionar el dolor de espalda en niños y adolescentes con el peso de las mochilas. Se ha demostrado que existe un gran número de niños que transportan las mochilas escolares con un peso excesivo. Se calcula que, estos niños que transportan más peso del recomendado, sufren entre 2 a 3 veces más dolores de espalda que el resto.

Hay una  unanimidad en que esta sobrecarga puede ocasionar dolores de espalda. Aunque también influye otros factores en la aparición del dolor de espalda como son:

• Falta de ejercicio físico
• Malos hábitos posturales
• Mobiliario de estudio inadecuado a la altura del niño.

¿Cual es el peso correcto? o ¿Cual es el peso excesivo? Es un problema definirlo. No es fácil llegar a un consenso. Se habla de que no se debería transportar más de un 15% del peso corporal. Ello supondría que un niño de unos 40kg, no debería transportar mochilas que superaran los 6kg. En Barcelona, se realizo un estudio en el que se calculaba cual era el promedio de una mochila de los escolares entre 12 a 14 años: el peso medio fue 8kg. Claramente excesivo.

Existen numerosos factores que también influyen: 

• Tipo de mochila
• Capacidad física del niño
• Tiempo de traslado
• Forma de llevarla: más alta, más baja, en un hombro, en los dos...
• Llevar otras bolsas ( como por ejemplo una bolsa de deporte)

En general se recomienda llevar mochilas con el menor peso posible, con bandas anchas y acolchadas, colgadas de los 2 hombros, cerca del cuerpo y ni muy altas ni muy bajas.

Debe prevalecer la comodidad y la practicidad sobre el diseño. No debemos rendirnos ante las exigencias de los niños y apostar por modelos con formas anatómicas, respaldo acolchado y correas anchas.

No está de más que en casa, ayudemos a los niños a colocársela a la espalda, para que quede bien asentada sobre los dos tirantes, que sepan ajustarla a la altura lumbar, repartiendo  bien el peso y colocando los objetos más pesados cerca del cuerpo.

Ante un niño que presente un dolor de espalda que se mantenga más de un par de días o se repita asiduamente, sin una causa traumática ( es decir, sin haber sufrido algún golpe), es recomendable acuda al pediatra. Será el médico quién valore si se trata de un dolor inespecífico o si se padece un dolor de espalda de causa orgánica.

Fuentes y bibliografía:

1. www.madridsalud.es
2. www.traumatologíainfantil.es
3. Stuart L. Weinstein. The pediatric Spine: Principles and practice. Philadelphia, 2001.
4. Pellisé F. Balagué F.Prevalencen of low back pain and its effect on health-related quality in adolescents. Arch Pediatr Adolesc Med.2009